Esta noche, para la visita de Cruz Azul a Mazatlán, Ignacio Rivero cumplirá su partido número 100 en la institución Cementera, algo que Juan Escobar fue el último en cumplir. De esta manera, con una centena de juegos en la Máquina, habiendo levantado una Liga MX, Campeón de Campeones, y Copa de la Liga MX, el uruguayo se posiciona como uno de los elementos más queridos por parte de la afición, sin mencionar que cuenta con los atributos necesarios para ser el modelo a seguir en las siguientes contrataciones.
Fue en 2020 cuando Rivero llegó en calidad de préstamo a la Noria, equipo al que por cierto, le marcó gol cuando vestía los colores de Xolos de Tijuana. Sin embargo, fue hasta el Guardianes 2021 que Ignacio se afianzó en el plantel. El director técnico lo afianzó como lateral cuando Adrián Aldrete estaba lesionado, de tal manera que Nacho demostró ser un comodín polifuncional para diversas áreas en el recordado torneo de la novena.
Sin embargo, no solo el rendimiento físico es lo que pone a Rivero por encima de otros fichajes recientes como el de los fallidos Lucas Passerini y Ángel Romero, sino que también lo ubica por encima de otros como el propio Jonathan Rodríguez, algo que resultará polémico para algunos, pero me explico.
Aunque no es un delantero, Rivero se encarga de rendir adecuadamente como lateral, volante, extremo o contención, es un líder que si no fuera por la jerarquía de Jesús Corona y Cata Domínguez, podría portar fácilmente el gafete de capitán. Su cariño con la institución es evidente, con acciones como guardar los balones de cada final, además de que es mutuo con la fanaticada que no quería verlo marcharse de regreso a Xolos.
Ese compromiso de Nacho es lo que debe buscar Cruz Azul en sus siguientes contrataciones. Claro que se necesita un centro delantero matador como lo fue el Cabecita, pero si no es alguien que esté dispuesto a hacer carrera en la Máquina, entonces no se puede sustentar ningún proyecto.
Óscar Pérez es primerizo como director deportivo y aunque obviamente hay muchas variables en la búsqueda de jugadores, Cruz Azul está obligado a sumar elementos cuya capacidad en el campo sea alta, pero que sus ganas por brillar con la Máquina lo sean aún más. Actualmente, se tiene a Rivero como modelo, pero fácilmente se puede voltear a ver a Escobar, o el propio Santiago Giménez como referentes del equipo no solo por su talento, sino también porque se identifican con los Celestes ya no vale la pena apostar por supuestos habilidosos que poco o nada saben de la institución, aunque eso, también es trabajo del Conejo, ya es momento de que les muestre a los jugadores, qué es Cruz Azul fuera del equipo de futbol.
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