Tal como en el pasado, cuando era un juvenil con sed de llegar a la cima del futbol mexicano en el extranjero, Rafael Márquez rememoró a su mamá como el impulso principal en su vida, aquel que nunca le permitió tirar la toalla y acostumbró a recordarle que, para marcar huella, era crucial cumplir con varios sacrificios. Para el zaguero central, el impacto fue obvio cuando a corta edad partió a Guadalajara para formar parte de las básicas de Atlas.
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Ya con el premio en mano para ser investido en el Salón de la Fama, el ex jugador del FC Barcelona relató la grandeza que su madre tenía como persona, pues incluso dentro del hospital en que estuvo era ubicada como líder y aunado a esto, el defensor contó la manera en que los niños la veían como él; como mamá.
Aparte de reiterar que ella fue su mayor ejemplo, reveló una anécdota que, asegura, cambió su vida.
Le llamé para que viniera por mí a Guadalajara, ya no aguantaba más estar ahí. Me contestó y dijo: 'Esto es lo que querías, ahora ve y lucha por tu sueño'.
Márquez aseguró que, luego de decirle esas palabras, su progenitora le colgó el teléfono, pero así fue exactamente como comenzó a llevar a cabo la realización de su sueño: vivir por y para el futbol.
Creo que, si no fuera por eso, hoy no estaría aquí; te amo, mamá.
Más palabras con que Márquez agradeció tras ser reconocido en el Salón de la Fama:
Muy agradecido con todo lo que me ha brindado el fútbol y con tantas personas que han participado de alguna manera en mi trayectoria, compañeros, entrenadores, equipos en los que jugué, afición.
-Compartió el actual estratega del Barça B.